Jardins sota l'asfalt
Temporals 2023. Exhibition at CC Can basté (16.02.23-01.04.23), CC Pere Pruna (22.04.23-03.06.23) and CC Guinardó (05.10.23-25.11.23)
Curatorial text by Pilar Cruz
Los primeros días después del confinamiento por Covid, una de las cosas que más llamaban la atención era cómo la naturaleza había ido conquistando poco a poco el terreno de las ciudades. Sin la actividad humana en las calles, los jabalíes bajaban de Collserola y las plantas silvestres se abrían paso entre las rendijas del asfalto.
La gran potencia plástica de esta imagen, que nos remite al imaginario del cine y las series post apocalípticas, llama la atención de Laia Noal, y le lleva a plantearse cómo es la relación que el ser humano mantiene con la naturaleza en las ciudades, cómo el urbanismo regulariza y compartimenta esta relación, y qué lugar les dejamos a las especies vegetales en el diseño de este urbanismo.
Para la artista la naturaleza tiene voz y entidad propia, por tanto el proyecto “Jardins sota l’asfalt” pretende entablar diálogo protegiendo, señalando y, en la medida de lo posible, ampliando sus espacios de expresión: los alcorques de los árboles, los solares abandonados, los fragmentos de tierra que escapan del cemento… Todos los lugares que conforman lo que Gilles Clement llama el Tercer paisaje, es decir, aquellos espacios desocupados, desregulados y no productivos como las cunetas o los rincones residuales de las ciudades, donde vive la maleza. En estos lugares crecen sistemas biológicos libres. Sin el control humano, se convierten en paraísos de la biodiversidad.
Las propuestas de la exposición se dividen en tres ejes:
“ Tercer paisatge”: La artista realizó una serie de rutas para localizar dónde se encuentran los Terceros paisajes de los diez distritos de Barcelona, y durante estas rutas fotografió estos lugares abandonados e improductivos, de los que se puede ver una selección en la sala de exposiciones. Las coordenadas nos indican dónde están estos Terceros paisajes, aunque algunos están ya podados y “limpios”.
La segunda propuesta, “Herbes silvestres” es como un mapa alternativo de Barcelona a través de su vegetación espontánea. Consiste en 20 piezas de metacrilato que contienen una muestra de las plantas arvenses (también llamada plantas espontáneas, vagabundas, o malas hierbas) encontradas durante esas rutas*. Se trata de las especies más habituales en los distritos de la ciudad, catalogadas con su nombre científico y común. La catalogación y el dispositivo de metacrilato aporta dignidad y eleva a esas especies vegetales de la categoría de hierbajos a elementos dignos de sobrevivir.
La última propuesta es una instalación colaborativa “Llavors”: en el suelo de la sala habrá semillas provenientes de la flora cercana al centro cívico. El visitante puede traer más semillas o también, de manera más o menos involuntaria, expandir con las suelas de sus zapatos estas semillas por el barrio.
De esta manera entre todos podemos sembrar en las ciudades una naturaleza más libre, expandir el tercer paisaje en la ciudad y conseguir que, parafraseando el viejo lema del sesentayocho, bajo los adoquines (pero también entre y sobre ellos, y un poco por todas partes) aflore el bosque.